Déficit de Vitamina D, ¿Qué puedo hacer?
En este artículo podrás conocer los valores de normalidad, posibles causas, síntomas y cómo prevenir el déficit
La vitamina D es un nutriente esencial para la salud ósea, la función inmunitaria y numerosos procesos metabólicos del organismo. A pesar de su importancia, muchas personas presentan niveles insuficientes de esta vitamina, lo que puede derivar en diversas complicaciones de salud. Si recientemente te han detectado déficit de esta vitamina, quédate a leer este artículo porque puede interesarte.
La principal fuente de vitamina D es la síntesis cutánea tras la exposición a la luz solar.
Valores de normalidad en analíticas
Los niveles de vitamina D se miden a través de un análisis de sangre que determina la concentración de 25-hidroxivitamina D (25(OH)D). Según las principales guías médicas, los valores de referencia son:
- Deficiencia grave: Menos de 10 ng/mL
- Insuficiencia: Entre 10-30 ng/mL
- Nivel adecuado: Entre 30-50 ng/mL
- Posible toxicidad: Más de 100 ng/mL
Síntomas del déficit de Vitamina D
Un nivel bajo de vitamina D puede manifestarse de diversas formas, incluyendo:
- Fatiga y debilidad muscular
- Dolor óseo y articular
- Susceptibilidad a infecciones recurrentes
- Estados de ánimo depresivos
- Caída del cabello
Como has visto, estos síntomas pueden ser inespecíficos, muchas personas pueden tener un déficit sin ser conscientes de ello. Si padeces alguno de estos, consulta con tu médico para que te realice una analítica completa, ya que pueden tener una causa multifactorial.
Causas de niveles bajos de Vitamina D
Existen múltiples factores que pueden contribuir a niveles insuficientes de vitamina D:
- Falta de exposición solar: La principal fuente de vitamina D es la síntesis cutánea a través de la exposición al sol. Pasar mucho tiempo en interiores, usar protector solar en exceso o vivir en zonas con poca radiación solar reduce su producción.
- Dieta pobre en vitamina D: Aunque se encuentra en algunos alimentos como pescados grasos, huevos, algunas setas y los lácteos enteros o fortificados, la cantidad dietética suele ser insuficiente para alcanzar los niveles óptimos.
- Problemas de absorción: Enfermedades como la celiaquía, el Crohn o la insuficiencia hepática pueden afectar la absorción de esta vitamina.
- Edad avanzada: Con el envejecimiento, la capacidad de la piel para sintetizar vitamina D disminuye.
- Exceso de grasa corporal: La vitamina D es liposoluble y puede quedar “atrapada” en el tejido graso, reduciendo su disponibilidad en sangre.
- Déficit de magnesio: este mineral es crucial para la conversión de vitamina D activa.
Cómo Prevenir el Déficit de Vitamina D
Para mantener niveles adecuados de vitamina D, se pueden seguir estas recomendaciones:
- Exposición al sol: Pasar entre 10 y 30 minutos al sol, al menos 3 veces por semana, preferiblemente en horarios seguros para evitar quemaduras.
- Dieta equilibrada: Incluir alimentos ricos en vitamina D como pescado azul (salmón, atún, sardinas), huevo, lácteos fortificados y setas.
- Suplementación: En casos de déficit comprobado o factores de riesgo, los suplementos de vitamina D conjuntamente con magnesio pueden ser necesarios. Si estás pensando en esta opción, consúltalo siempre con un profesional.
- Control de composición corporal: reducir la cantidad de grasa corporal mediante buenos hábitos, puede ayudarte a liberar la vitamina D que está “secuestrada” en las células grasas
- Control analítica: Realizar análisis de sangre si existen síntomas o condiciones de riesgo para detectar y corregir cualquier deficiencia.
Conclusión
La vitamina D desempeña un papel crucial en el organismo, y su déficit puede tener repercusiones importantes en la salud. Dado que muchos factores pueden influir en sus niveles, es fundamental adoptar medidas preventivas como la exposición al sol, una alimentación equilibrada y, en caso necesario, el uso de suplementos. Mantener un adecuado nivel de vitamina D contribuye a una mejor calidad de vida y prevención de enfermedades a largo plazo.